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Aparte de las características mencionadas en la subsala 1, el Álbum de Música de Ana y Cristina Echeverría llama la atención por la abundancia de materiales impresos en Venezuela y de música de compositores venezolanos que pueden encontrarse en entre sus contenidos.

 

Esta peculiaridad no sólo da cuenta de la historia de la familia propietaria del álbum, también ofrece nuevas perspectivas del impacto que tuvo la diáspora venezolana en la práctica musical y la consolidación de una nueva cultura impresa en Colombia a mediados del siglo XIX y cómo la familia Echeverría participó en dichos procesos.

Las Propietarias y su Familia

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De Caracas a Bogotá

“Descendía el señor Echeverría de una familia ilustre de Venezuela. Su abuelo materno fue Don Guillermo Pelgrón y sus padres Don José Echeverría y Doña Rosa Pelgrón; apellidos que  figuran con lucimiento en los anales de la Independencia de colombiana. Nacido Don León, cuando aún no había terminado la gran lucha, apenas tuvo tiempo para frecuentar, con sus hermanos, una escuela primaria en Caracas. De la escuela pasó a trabajar en una imprenta, y a esa ocupación se dedicó con tanto anhelo que sobresalió en su arte y mereció ser llamado por el gobierno de este país [Colombia], en 1848.” 

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Porras, Demetrio. 1889. “D. León Echeverría”, El Taller (Enero 30), sp
Voz: Natalia Bohórquez. Grabación y mezcla: Natalia Bohórquez
Descendía el señor Echeverría
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Impresores y masones

Los hermanos Echeverría llegaron a Bogotá el 12 de enero de 1848. Allí, se vincularon a imprenta del periódico El Neo-Granadino, fundada por Ancízar. Esta imprenta introdujo nuevas tecnología que hacían el proceso de producción más rápido y barato. Como expertos en el uso de imprentas de vapor, los hermanos Echeverría no sólo fueron los impresores principales del Neo-Granadino, también formaron su propia imprenta en 1853  y entrenaron allí a impresores locales. 

Portada de La Peregrinación de Alpha, publicada por la imprenta de los hermanos Echeverría en 1853. Esta es una colección de memorias de viaje, escritas por Manuel Ancízar entre 1850 y 1851 durante su participación en la primera expedición de la Comisión Corográfica fue inicialmente publicada en la sección “variedades” del Neo-granadino entre el 21 de mayo de 1850  y el 21 de diciembre de 1851. Cortesía Sala de patrimonio Documental Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas, Universidad Eafit, Medellín.

“En la flor de la juventud, [León Echeverría] vino con sus hermanos menores a establecerse en Bogotá, y aquí fundó aquél admirable establecimiento [La Imprenta Echeverría Hermanos] que dio al arte tipográfico el poderoso impulso que lo ha elevado entre nosotros a un alto grado de perfección. Cuarenta años sirvió al país, en la  labor civilizadora  de dar a la palabra humana perpetuidad en el tiempo, resonancia y ubicuidad en el espacio”

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Álvarez, Francisco E. 1889. “Duelo”, en León Echeverría: conceptos de la prensa. Bogotá: Imprenta Echeverría, p. 8-9. 
Voz: Natalia Bohórquez. Grabación y mezcla: Natalia Bohórquez
En la flor de la juventud
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De los tres hermanos, León Echeverría fue quien llevó una vida pública más activa. Fue Cónsul General de Venezuela en Colombia y también llegó a ser nombrado Guarda de Sellos y Gran Maestre de la Logia “Estrella del Tequendama No. 11” de Bogotá 

 

Diploma de Maestre Mason Grado 3 expedido por la Logia “Estrella del Tequendama No. 11” de León Echeverría, 1849. Tomado del libro Historia de la Masonería colombiana de Américo Carnicelli (1975).

“La orden masónica en Colombia es deudora al señor Echeverría de una consagración a su servicio tan constante y desinteresada, que las vicisitudes de estos cuarenta años jamás lo hicieron desfallecer. Sus méritos, su adhesión y fidelidad lo llevaron á ocupar el puesto de Gran Maestre de la Orden, en el que sirvió dos períodos consecutivos. Allí trabajó por estas ideas de fraternidad y caridad

Haz click aquí para escuchar el fragmento
Álvarez, Francisco E. 1889. “Duelo”, en León Echeverría: conceptos de la prensa. Bogotá: Imprenta Echeverría, p. 10. 
Voz: Natalia Bohórquez. Grabación y mezcla: Natalia Bohórquez
La orden masónica en Colombia
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Las Hermanas Echeverría

En contraste con la abundante información sobre su padre y sus tíos, es poco lo que puede encontrarse sobre Ana y Cristina Echeverría en los archivos públicos. En parte, dicho contraste puede entenderse como la evidencia de la construcción de una esfera pública predominante heteropatriarcal que contrastaba considerablemente con el papel e importancia de las mujeres en la esfera privada durante la segunda mitad del siglo XIX. 

Colecciones facticias como el álbum de música nos permiten apreciar cómo en torno a las mujeres haciendo música en los salones se entretejieron complejas redes de intercambio y circulación de música que, en el caso de las hermanas Echeverría, incluía amigos a lo largo de Venezuela y el Caribe colombiano, como el barranquillero Enrique López Osorio, quien a solicitud de León Echeverría  dedicó el pasillo “Me Llega al Alma” a Clementina Herrera, una de las pocas mujeres que hacían parte de la Logia “Estrella del Tequendama No. 11”.

En las partituras también podemos encontrar información sobre otros miembros de la familia, como su prima samaria, la compositora Rosa Echeverría. Por ejemplo, uno de los manuscritos de Rosa Echeverría indica que ella estudió con el médico y músico Samario Gabriel Angulo (1857–1918).

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Enrique López Osorio. "Me Llega al Alma”(detalle). Manuscrito del compositor (ca. 1881). En el extremo superior derecho puede leerse “Dedicado a la señorita Clementina Herrera, a exitación (sic.) de mi amigo el Sr. Don León Echeverría”.

Haz click en el botón para escuchar la pieza
La Gratitud, Danza de Rosa Echeverría (ca. 1880).
Intérprete: Manuela Osorno. Ingeniería de grabación y mezcla: Noelia Rego y Daniel Eduardo Rodríguez Castellanos.
La Gratitud
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